Rubén Castro es uno de los nombres propios importantes de la historia del Betis. El máximo goleador del club verdiblanco colgó las botas al término de la temporada 2022/23, al finalizar su contrato con el Málaga.
Desde entonces, reside en Sevilla y es un habitual de los encuentros del Betis en el Villamarín. Además, su hijo juega en los escalafones inferiores del club.
Ya contamos hace unas semanas en exclusiva que la intención del Betis era ofrecerle un puesto en el organigrama de cantera. Concretamente, en el área de tecnificación.
El jugador no está del todo cerrado a acabar esta temporada jugando en un nuevo club, aunque cada vez parece más improbable por el paso de los meses.
Sin embargo, de cara a la próxima temporada, Rubén tiene decidido aceptar el cargo que le ofrecerá el equipo verdiblanco, con el que tiene una gran sintonía.
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