El Betis de Pellegrini ha dado un golpe sobre la mesa con la victoria merecida en el Sadar (1-2). Los verdiblancos supieron reponerse al tanto del empate local en la segunda mitad.
Un gol que volvió a llegar a balón parado en contra, uno de los mayores lunares del equipo bético en este comienzo de temporada. De hecho, de los diez goles que ha recibido en todas las competiciones, siete de ellos ha sido a balón parado.
Un lastre que evidencia un problema en la defensa de estas acciones por parte del equipo de Pellegrini, que está rindiendo a un gran nivel defensivo en general.
Ante Osasuna fue una jugada de estrategia, con dos toques dentro del área propia. Catena le ganó la acción aérea a Bellerín y dejó solo a Torró que empujó sin oposición a portería.
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