Ayoze PĂ©rez ha protagonizado una de las situaciones de mercado mĂĄs inesperadas en el Betis con su salida. Y no porque no fuera una âgangaâ por su clĂĄusula de rescisiĂłn o porque sea mal futbolista, sino por la secuencia y las formas.
Vayamos un tiempo atrĂĄs, previa de la Eurocopa. El tinerfeño firmaba y confirmaba que iba a seguir en el Betis, que el club bĂ©tico se lo habĂa dado todo y que gracias a su rendimiento aquĂ estaba disputando la competiciĂłn continental.
Pero esto es fĂștbol y se entiende que hoy una cosa y mañana la contraria, sobre todo si solamente te mueves por dinero. En el club nadie se esperaba que se fuera a un Villarreal, a un ârival directoâ que encima no compite en Europa.
Pero las formas son inapropiadas. Primero, porque estĂĄ muy feo decir lo contrario a lo que hace. Segundo, porque queda de desagradecido cuando agradeces de esa manera lo que te da un club. Y tercero, porque no valora que un club lo quiere incluso ofertando por encima de sus posibilidades.
Es triste cuando el dinero puede mĂĄs que todo. Aunque es entendible dependiendo de las aspiraciones de cada uno. Pero lo que es mĂĄs triste es errar en la manera, decir lo contrario a lo que se hace y no valorar el esfuerzo de los que te han dado todo.
Bien harĂa el Betis en no dedicar ningĂșn mensaje, post, tweet o vĂdeo a Ayoze PĂ©rez. Pago de la clĂĄusula y a otra cosa. El Betis es demasiado grande como para rebajarse ante nadie. Agradecer los servicios prestados y desearle lo mejor en su nueva andadura y su nuevo contrato.
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