El Betis ha caído derrotado ante el Villarreal (2-3), tras una más que decepcionante segunda parte donde tiró por tierra el dominio en el marcador (y en el campo) que tuvo en la primera mitad.
Todo a raíz de una serie de despropósitos que cuesta darle explicación. Una de ellas fue la absurda expulsión del Chimy Ávila, que no estuvo muy astuto en seguir protestando habiendo conseguido antes la expulsión del jugador rival.
Hernández Hernández recogió en el acta que fue amonestado por «golpear a un contrario con el brazo de manera temeraria”. La segunda amarilla por «realizar observaciones tanto a uno de mis asistentes como a mí, tras haber sido advertido en varias ocasiones de que cesara en sus protestas»
El jugador argentino será sancionado con un partido. Además, seguirá estando apercibido tras cumplir la sanción, puesto que tenía cuatro amarillas y al ser expulsado por doble amonestación no cumplirá ciclo.