Una de las operaciones que tiene por delante la dirección deportiva del Betis de cara al próximo mercado de verano es concretar el futuro de Borja Iglesias.
El delantero está cedido en el Celta, sin opción de compra. Su contrato acaba en verano de 2027, debido a una cláusula que hace que el Betis lo renueve de manera unilateral.
Pese a ello, ambas partes tienen claro que la etapa del atacante en el Betis está más que acabada. Ha confirmado en diversas ocasiones que quiere seguir en el Celta.
De hecho, la intención de Borja es comenzar la pretemporada con el cuadro celeste, sin pasar siquiera por el Betis. Así se lo ha comunicado al club, que quiere recuperar la amortización de 4 millones que le resta.
Los equipos están condenados a entenderse, con la predisposición del ariete de poner todo de su parte para que cuadre en los parámetros económicos del Celta.
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