Chimy Ávila estuvo en la rampa de salida en el Betis hasta el último momento de mercado de verano. El argentino, que recibió algunas propuestas durante estos meses, no decidió salir.
Una situación que ha dejado muy tocado su impacto en el equipo, ya que recuperar efectivos y la llegada de Antony va a implicar que no tenga apenas oportunidades para poder tener minutos.
Y es que si el argentino juega tres partidos más, al Betis, le supondrá un nuevo gasto económico, al tener que pagar la segunda de las variables que rigen en el contrato de su compra a Osasuna.
Concretamente, la entidad tendrá que abonar 350.000 euros si Chimy disputa tres partidos oficiales más con la camiseta bética. Un aliciente más, para que no entren en los planes de Pellegrini en esta primera parte de la temporada.
Su salida, el próximo mercado de enero coge relevancia, ya que la dirección deportiva está trabajando en la incorporación de otro delantero.
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